La categoría Artromot engloba dispositivos diseñados para ofrecer terapia de movimiento pasivo continuo (CPM), una técnica fundamental en la rehabilitación moderna que permite movilizar una articulación de forma suave, progresiva y sin esfuerzo muscular por parte del paciente. Esta tecnología está presente en hospitales, clínicas de fisioterapia, centros de rehabilitación y programas de recuperación domiciliaria, debido a su capacidad para mejorar la movilidad desde fases muy tempranas del tratamiento.
Los dispositivos Artromot se emplean en protocolos de rehabilitación que requieren iniciar el movimiento de manera inmediata tras una intervención quirúrgica o una lesión significativa. Son especialmente útiles en cirugías articulares, tratamientos de rodilla, traumatismos, artrosis avanzada, inmovilizaciones prolongadas y procesos de recuperación funcional complejos. Dentro de esta categoría, el modelo más utilizado es el Artromot K1, reconocido por su precisión, estabilidad y excelente rendimiento clínico.
Un Artromot es un dispositivo electromecánico que realiza movimientos pasivos controlados sobre una articulación. Su función principal es reproducir el movimiento fisiológico sin que el paciente active la musculatura implicada. Esto resulta esencial durante las primeras fases del tratamiento, cuando activar la articulación podría generar dolor, estrés funcional o incluso comprometer el éxito de la intervención quirúrgica.
Los Artromot permiten regular velocidad, rango de movimiento, repetición y duración de la sesión, lo que facilita al profesional crear programas adaptados a cada caso. Además, su uso habitual en postoperatorios tempranos ayuda a prevenir rigidez articular, mejorar la nutrición del cartílago, reducir inflamaciones y mantener la articulación funcional antes de iniciar la fisioterapia activa.
Estos equipos se encuentran en el núcleo de protocolos de rehabilitación de rodilla, especialmente en reemplazos articulares, reconstrucción del ligamento cruzado anterior (LCA), cirugías de menisco, intervenciones del cartílago y procesos de recuperación tras inmovilización.
El uso de Artromot ha demostrado ser un recurso esencial en cirugías complejas, ya que ayuda a mantener la movilidad mientras la articulación se encuentra en proceso de cicatrización. De este modo, se logra una mejor recuperación del patrón de movimiento y una transición más fluida hacia la actividad activa.
La terapia CPM con Artromot proporciona múltiples beneficios clínicamente comprobados y reconocidos por profesionales de la salud, fisioterapeutas y cirujanos ortopédicos.
El reposo prolongado tras una cirugía o inmovilización contribuye a la formación de adherencias, fibrosis y pérdida de movilidad. El Artromot moviliza la articulación de forma repetitiva, evitando que la cápsula articular y los tejidos circundantes se retraigan. Esto facilita que la articulación conserve su elasticidad natural y que la rehabilitación posterior sea más eficaz y menos dolorosa.
El movimiento suave favorece el retorno venoso y linfático, disminuyendo la inflamación y mejorando la oxigenación de los tejidos. Los pacientes suelen experimentar menos presión, hinchazón y malestar tras utilizar un Artromot, lo que acelera la progresión del tratamiento.
El movimiento pasivo continuo tiene efecto analgésico. Al mantener la articulación en movimiento sin generar tensión muscular, disminuye la sensación de rigidez y dolor característica de los primeros días tras la operación. Esto permite que el paciente participe antes en sesiones de fisioterapia activa y mejore su sensación de bienestar global.
Uno de los objetivos principales de la rehabilitación temprana es evitar la pérdida del rango articular. Con el Artromot, el profesional determina una amplitud inicial adaptada a la tolerancia del paciente y la aumenta gradualmente. Esto favorece una recuperación más segura y respetuosa con los tiempos biológicos del tejido quirúrgico.
Los pacientes que utilizan CPM durante los primeros días tras la cirugía suelen recuperar la función articular antes que aquellos que no emplean este tipo de dispositivos. La movilidad temprana ayuda a restablecer patrones motores, reduce la rigidez matutina y facilita una transición más fluida hacia el trabajo muscular y la carga progresiva.
Los dispositivos Artromot son versátiles y adecuados para diferentes tipos de pacientes y protocolos terapéuticos.
El Artromot es especialmente útil tras cirugías como reconstrucciones del LCA, prótesis totales de rodilla, meniscectomías o tratamientos del cartílago. La movilización pasiva facilita la recuperación del movimiento natural y reduce complicaciones como rigidez o dolor crónico.
Tras traumatismos como fracturas, luxaciones, roturas ligamentarias o lesiones deportivas, el Artromot ayuda a preservar la movilidad antes de iniciar ejercicios activos.
En personas mayores o pacientes con patologías como artrosis avanzada, el movimiento pasivo puede mejorar la comodidad y mantener la funcionalidad de la articulación sin generar dolor.
La movilización pasiva controlada es uno de los primeros pasos tras muchas intervenciones, cuando el movimiento activo podría comprometer la cicatrización o suponer un riesgo.
Los dispositivos Artromot destacan por su ingeniería de precisión, su estabilidad durante el movimiento y su capacidad para adaptarse a un uso clínico intensivo o domiciliario.
Permite determinar el rango exacto de movimiento que el paciente puede realizar de forma segura. Esta función garantiza que el protocolo de tratamiento respete las limitaciones quirúrgicas y la tolerancia individual.
El motor reproduce un patrón de movimiento estable, sin tirones ni brusquedades. Esto favorece el confort del paciente y la eficacia del ejercicio.
El diseño del panel permite configurar velocidad, amplitud y duración de forma sencilla. El profesional puede personalizar la terapia según la evolución diaria del paciente.
El sistema incluye sensores que detienen el movimiento en caso de detectar resistencia excesiva, mala alineación o posiciones no seguras.
Su diseño permite transportarlo y utilizarlo tanto en consultas como en el domicilio del paciente bajo supervisión profesional.
El Artromot K1 es el modelo más reconocido dentro de esta categoría. Diseñado específicamente para la rehabilitación de rodilla, destaca por su robustez, su rango de movimiento ajustable y su motor silencioso y preciso. Clínicas de fisioterapia, hospitales y profesionales independientes lo eligen por su fiabilidad, facilidad de uso y capacidad para adaptarse a diferentes perfiles de paciente.
Su diseño ergonómico permite una alineación perfecta de la articulación, lo que garantiza un movimiento seguro y fisiológico. Además, su panel de control facilita la creación de programas personalizados según las necesidades de cada etapa del tratamiento.
Los equipos Artromot representan una solución integral para las primeras fases de la rehabilitación. Su capacidad para mantener la movilidad, reducir el dolor, disminuir la inflamación y favorecer la cicatrización los convierte en una herramienta esencial para profesionales que buscan acortar tiempos de recuperación y mejorar los resultados clínicos.
La gama Artromot, y especialmente el Artromot K1, ofrece precisión, seguridad y adaptabilidad, elementos que garantizan una experiencia terapéutica efectiva y una recuperación funcional más rápida.
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